Los avances en la tecnología 3D desde hace mucho tiempo han comenzado a cambiar radicalmente la atención médica. Los médicos pueden crear modelos digitales de órganos y tumores, y pueden imprimir férulas para brazos o dedos. El verano pasado, los investigadores de la universidad ETH Zúrich produjeron el primer corazón artificial suave hecho de silicio utilizando un procedimiento de impresión 3D, aunque solo duró 3.000 latidos. En el futuro, la “tinta viviente” hecha de células y polímeros de un paciente podría permitir la impresión de tejidos y órganos humanos.
Una de las impresoras 3d a nivel profesional entre otras, hemos destacado la nueva Tresdpro R1, su web es https://tresdpro.com, sin lugar a dudas, es una de las mejores impresoras 3d actualmente del mercado, tanto por sus características como por su fiabilidad y su facilidad de uso y precio. También existen otras en el mercado como son las Ultimaker y Bcn, pero mas elevadas de precio a escala de tipo de impresoras, compáralas.
Cuando se trata de prótesis, la tecnología es mucho más simple y también promete varias ventajas sobre los métodos tradicionales. Simplemente escanear los tocones en lugar de encerrarlos en yeso tiene el beneficio adicional de ser menos traumático para los niños. En los países en desarrollo, mientras tanto, los técnicos pueden visitar áreas remotas y realizar escaneos en el sitio. En lugar de arrastrar un modelo de escayola, todo lo que tienen que hacer es traer el modelo 3D digital almacenado en su computadora o enviarlo en línea. En teoría, puede ajustarse digitalmente e imprimirse en cualquier parte del mundo.
“Nos permite llevar las posibilidades de rehabilitación a regiones en las que las personas hasta ahora no tenían acceso”, dice el técnico ortopédico francés Jérôme Canicave. Es asesor de Handicap International, una organización de ayuda que ayuda a personas con discapacidades en todo el mundo y ha estado llevando a cabo un estudio piloto desde 2016 que involucró a 19 pacientes en tres países. Como líder del proyecto, Canicave supervisó digitalmente la colocación de miembros protésicos en Siria. “La tecnología es particularmente útil en emergencias humanitarias”, dice. También cree que puede ser parte de la solución para las regiones con cuidado inadecuado, además de un mayor número de técnicos ortopédicos y sitios de producción.
Handicap International encargó a la empresa con sede en Bulgaria ProsFit, que imprimió los enchufes para prótesis de pierna con una máquina industrial de alta gama en Gran Bretaña por valor de cientos de miles de euros. La calidad de los enchufes fue mayor que la producida con métodos convencionales, dice Canicave, y los pacientes los encontraron mucho más cómodos.
Pero los enchufes fabricados con impresoras 3D más baratas no estaban a la altura. Eran inestables y tendían a romperse rápidamente, dice Canicave. Los pacientes aún no pueden usar tales enchufes durante largos períodos de tiempo. Joan Gwokyalya tuvo el mismo problema. Su prótesis se rompió después de solo tres semanas. Pero tuvo suerte porque no se lastimó cuando sucedió. Aun así, los enchufes siguen siendo un riesgo significativo para los amputados, que pueden caerse y lastimarse a sí mismos si se rompen. De hecho, la falta de estabilidad es el mayor problema con los enchufes producidos con impresoras 3D.