Acabado el verano, acabada la temporada alta, acabadas las aglomeraciones y los completos en los hoteles. Llega el momento de reponer todo lo que se ha gastado y de arreglar todo lo que se ha estropeado en esta temporada estival. Como propietaria de una casa rural sé muy bien de lo que hablo, los inquilinos como norma general suelen ser buenos huéspedes y no suelen ocasionar problemas ni molestias, pero como en todo hay excepciones.
Como todos sabemos son muchos los que se llevan las toallas de los hoteles, incluso las sabanas o las alfombras, vivir para ver. Esto pasa también en los aparta hoteles y en las casas rurales. Mi casa cuenta con seis habitaciones todas ellas con baño y terraza con vistas al bosque y al pequeño lago que nos rodea, de ahí el encanto de mi propiedad.
Las habitaciones están totalmente acondicionadas para el uso y disfrute de los huéspedes. Muchos respetan las normas mínimas de civismo que pedimos y no dan problemas, otros sin embargo dejan salir en estas fechas su lado más salvaje y realizan toda clase de destrozos y de saqueos, no solo es que se lleven las toallas si no que en alguna ocasión ha desaparecido el mango de la ducha, las bombillas y los cajones de las mesitas, ya me dirás tu para que quiere nadie un cajón. La ropa de cama también es muy jugosa para los amantes de lo ajeno y desapareen mantas y sabanas y también alguna que otra almohada, para solventar esto cuento con la inestimable ayuda de http://www.resuntex.es/ que siempre me ayuda.
Siempre es bueno poder contar con una empresa líder en el sector y que siempre puedes contar con ella. La verdad es que de todo hay en el mundo porque al igual que se llevan cosas de las habitaciones nos dejan cosas. Es fácil que se olviden cosas, pines y cepillos de dientes es lo más común, pero también aparatos dentales, gafas graduadas y prendas de vestir tal como ropa interior y toallas, también dispositivos eléctricos como aparatos de música y cámaras fotográficas. Todo lo que es susceptible de robo desaparece al igual que las cosas que son susceptibles de perderse se quedan allí. Lo bueno es que siempre pueden volver a reclamarlo y si está allí lo recuperan, yo no recupero nunca las toallas o las sabanas o los mangos de las duchas, ni siquiera las bombillas.